Tentudía, la comarca que ocupa el sur de la provincia de Badajoz en su parte central, es un hermoso escenario salpicado
de pueblos con un gran peso histórico sobre sus espaldas: Bienvenida, Bodonal de la Sierra, Cabeza la Vaca, Calera de León,
Fuente de Cantos, Fuentes de León, Monesterio, Montemolín (éste con dos pedanías: Pallares, Santa María de Nava) y Segura de
León.
Legendaria zona de frontera, Tentudía fue tierra de tránsito
atravesada de norte a sur por la Ruta de la Plata, vínculo
entre la Bética y la Lusitania y más tarde entre la taifa de Sevilla y el reino de Badajoz.
Por ella llegaron a mediados del siglo XIII los caballeros de la Orden de Santiago, que conquistaron el
territorio a los musulmanes y fundaron aquí, con el maestre
Pelay Pérez Correa a la cabeza, su Provincia de León, a la que
pertenecerá la mayor parte de las tierras de la actual comarca.
La comarca de Tentudía fue de las primeras Mancomunidades de Municipios
constituidas en Extremadura. Hoy, complementada en
su actividad por un dinámico Centro de Desarrollo Comarcal, sigue
laborando por mejorar el nivel de vida de sus más veintitrés mil
habitantes, que ocupan un territorio que, desde el punto de vista
natural y paisajístico, se divide en dos zonas bien diferenciadas:
la sierra y la campiña.
Entre las cimas serranas y la llanura se interpone una enorme superficie adehesada, alrededor de la cual gira el grueso de su
actividad económica y comercial, basada en la ganadería porcina de tronco ibérico.
Son de penillanura y fundamentalmente dedicadosa los cultivos los campos de Bienvenida, Fuente de Cantos y los del
norte de Montemolín y Monesterio. Son serranos, de mayor o menor
altitud pero ya pegados a las lomas enriscadas de Sierra Morena, los
territorios sureños de estos dos últimos municipios, así como
los de Calera, Segura, Bodonal y Fuentes de León.
Todo el territorio presenta paisajes maravillosos (siempre
cambiantes en su colorido y formas a lo largo del año), así como un
patrimonio cultural, histórico y artístico formidable, que a nadie deja indiferente.
En definitiva, Tentudía reafirma su identidaddía a día en base a elementos emblemáticos tales como la montaña que le
da nombre (el techo de la provincia), la leyenda de la
parada del sol, un héroe (Pérez Correa), una naturaleza pletórica y -tal
vez lo que es más importante- unos pueblos que han
decidido libremente mancomunarse para afrontar juntos el futuro.
Es imposible en tan breves líneas de presentación destacar todo lo que
hay de destacable en una comarca que es un auténtico paraíso natural, artístico y festivo.
Ahí están el gran macizo de Tentudía, la máxima cota de la provincia de Badajoz, con el
monasterio del mismo nombre; las cuevas cársticas de Fuentes de León,
maravilla natural creada por la acción de las aguas
subterráneas; algunas de las mayores dehesas del mundo; el castillo de
la enriscada Segura, en cuyo término municipal apareció
el Tesoro de la Martela; la alta alcazaba de Montemolín, desde donde los
musulmanes dominaban todo el sur; el conventual
santiaguista de Calera de León, monumento nacional histórico-artístico;
la plaza de toros de Cabeza la Vaca; o las iglesias
de Fuente de Cantos -patria del genial Francisco de Zurbarán-, Bodonal
de la Sierra, Bienvenida y Monesterio, de donde es natural
el inigualable Eduardo Naranjo. Y ahí, las fiestas de La Chanfaina,
romerías de San Isidro, Tentudía, Las Flores, Capeas, Quema del
Judas, 'Danzaores', o la Feria del Jamón, por citar sólo algunas...
Todas éstas son razones más que suficientes para descubrir Tentudía, tierra cargada de encanto que afronta el futuro con gran
optimismo. El visitante descubrirá un territorio que le cautivará en sus múltiples facetas, pueblos, paisajes, monumentos,
costumbres y, lo que es más importante, sus gentes.
Bienvenida
Se localiza hacia el este de Zafra, en el borde lindero con la Campiña de Llerena;
esto es, sobre un dominio de suave orografía de aspecto seco y duro,
cubierto en algunos lugares de encianar, olivos, viñas, cereales y
matorrales.
En lo jurisdiccional se integraba en la Orden de Santiago
con rango de Encomienda, encontrándose conectada muy directamente,
como centro de suministro de trigo, con el Monasterio de Tentudía,
uno de cuyos más significados vicarios, Juan Riero, era natural
de aquí.
Dos acontecimientos, cuya celebración en este punto no está realmente
probada, se mencionan como origen del asentamiento y su topónimo: El encuentro
de Fernando III con su madre, Doña Petronila, en 1250; y el
de Don Fadrique, hermano de Pedro I, con la suya, Doña Leonorde
Guzmán, ya a mediados del siglo XIV.
El gentilicio de los naturales es barreños, y el coloquial en
el partido judicial, culebrones.
En otro tiempo se habló en el lugar una peculiar jerga llamada "alcotiza",
ya prácticamente desaparecida.
También es conocido este municipio por ser cuna de la dinastía de los Bienvenida;
aquí nació Manuel Mejías Rapela, fundador de la dinastía y padre de los
famosos toreros.
Monumentos
Los componentes de interés de la localidad son numerosos. El centro
de la población lo ocupa una hermosa plaza de gran sabor, cubierta
de palmeras, en la que sitúan el Ayuntamiento -antigua Casa
de la Encomienda santiaguista-, la iglesia parroquial, la
Casona de los Jaraquemada y otras edificaciones de interés, como
la pequeña vivienda que según la tradición es la más antigua del núcleo.
En uno de sus costados se abre un pintoresco pasadizo, y en
el centro una fuente alegórica moderna, que no supera en encanto
a la anterior tradicional que vino a sustituir. Otra secular llamada
de Abajo, origen del Arroyo Hondo, se
sitúa no lejos. Numerosas casas hidalgas de elegantes portadas hermosean
la población evidenciando su abolengo.
El caserío popular se mantiene asimismo muy bien conservado, ofreciendo
panorámicas de señalado atractivo.
La
iglesia parroquial de Ntra Sra. de los Ángeles,
originaria del siglo XV, resulta de sobresaliente interés.

En el exterior llama la atención el cuerpo bajo de su torre, obra mudéjar de ladrillo sobre el
que se erige un remate barroco, concluido en 1633 por el alarife Pedro Vaca.
En el interior destaca el retablo mayor, realización de gran presencia, también del XVII, con buenas pinturas. Otra que se atribuye a Zurbarán
se conserva en la capilla de la Encarnación. En 1982 la iglesia
fue declarada Monumento de Interés Cultural.
Hito especialmente significado es el santuario de Los Remedios (Virgen
de los Milagros), que se sitúa en el extremo más bajo de la población.

Data del siglo XVIII, presentando atractiva arquitectura de tradición barroca popular pulcramente encalada, en la que se distinguen los tambores de sus dos cúpulas.
Cuenta con atrio y patios delanteros cariñosamente cuidados, rodeados de jardines, componiendo un ámbito apacible y de gran
atractivo, que sirve de marco a las celebraciones más vistosas de las
Fiestas patronales.
En cuanto a los paisajes y parajes naturales que existen en el
Término Municipal de Bienvenida, contamos con la Sierra de Bienvenida y
el parque natural en la zona sur de la localidad.
La Sierra de Bienvenida, se haya situada al este de Bienvenida, a
poca distancia del pueblo, a la izquierda de la carretera que une Fuente
de Cantos con Llerena, aunque el mejor acceso es a través de la pista
forestal que va desde Bienvenida a Villagarcía de la Torre, desviándose
en el primer camino que aparece a la derecha.
El Parque Público En la zona sur de la villa de Bienvenida nos
encontramos con el parque natural, se haya muy cerca o casi colindando
con la Ermita Ntra. Sra. De los Milagros.
Se encuentra una perfecta combinación de especies arbóreas como
pueden ser (pinos, castaños, palmeras, cipreses, etc ... ) así como
especies de arbustos, setos, rosales, claveles, margaritas, etc..
Bodonal de la Sierra
Monumentos
Cabeza la Vaca
Monumentos
Sus primeras construcciones se erigieron en torno al pozo sobre el que,
en la centuria siguiente, se levantó la fuente llamada de
Abajo, que aún se conserva, manteniendo como coronación
una cruz románica.

En la actualidad la población se articula en torno a su atractiva
plaza porticada de configuración irregular y destacado valor
ambiental, en la que se conservan los viejos soportales de madera sobre
pilares graníticos. En el caserío se mantienen los modelos
constructivos tradicionales, presentando un conjunto de arquitectura popular
de acusado pintoresquismo.
Preside la plaza el rollo o
picota del siglo XVI, realización
de destacado valor por tratarse de la única de su especie que perdura
en la Baja Extremadura. En el aspecto jurídico la pieza indica el carácter
de Villa exenta de la población y su derecho a ejercer justicia según
fuero propio, utilizándose también en el pasado para exponer a
los delincuentes a la vergüenza pública y aplicar otras penas.
Morfológicamente se concreta como un fuste de granito sobre triple grada,
con remate bulboso coronado por una cruz, del que se proyectan cuatro brazos.
En la misma plaza se sitúa la iglesia parroquial de Ntra. Sra.
de los Angeles, obra del siglo XV con diferentes transformaciones
posteriores, entre las que destaca la somera torre erigida en el XVIII.
Sobre un placado de cantería se abre la portada principal, de severa traza renacentista. Otras de factura igualmente sobria y aspecto arcaizante
se abren en los costados, la de la Epístola con tratamiento popular.
No lejos de la plaza se encuentra el antiguo pósito y Casa de la
Encomienda, hoy adaptados como Centro Cultural.
El paseo por el pueblo nos permitirá apreciar los contrastes de
los rojos, de la teja árabe, con el blanco de las fachadas, y encontrar
alguna de sus cuatro fuentes: Rollo, Coso, Salero
y Fontanilla, construidas entre los siglos XVII y XIX.
Creación popular de acusado sabor, levantada por suscripción
entre los vecinos en el siglo pasado, es la Plaza de Toros, como
la de Fuentes de León embutida entre otras construcciones. Su estructura
resulta más elemental, contando con graderío de disposición
irregular y asientos de loseta de barro y pizarra, que originan un conjunto
de acusado plasticismo. El coso carece de callejón y está
cubierto de albero. En tan pintoresco marco se celebran regularmente festejos
taurinos muy afamados en todo el partido judicial.
Calera de León
Se sitúa sobre una colina de 709'4 m. de altitud que forma parte de
las últimas estribaciones de Sierra Morena, rodeada por un dominio montuoso
cubierto de dehesas pobladas de grandes encinares y monte bajo, ubérrimos olivares y, en su sierra, extensos pinares, castaños, robles y otras especies.
Su orografía culmina en el pico de Tentudía que con sus 1.104 ms. constituye la cota
más elevada de la Baja Extremadura.
Cruzan su término municipal los rios Ardila y Bodión; en
este último se ha construido el pequeño embalse "Tentudía",
cuyo lago ocupa 70 Has., siendo su capacidad de embalse de 5 Hm/3. Además
de abastecer a ocho municipios de la Mancomunidad de Tentudía el embalse
constituye un verdadero paraiso para los pescadores por su riqueza en
carpas, tencas y otras especies.
De remotos orígenes, Calera de León fué la antigua Cúriga,
citada por Plinio como octava etapa o mansión en el itinerario romano
de Antonino de Mérida a Ayamonte. En estas tierras se asentaron anteriormente
las tribus "ies", ascendientes de los iberos.
Durante la dominación árabe se le denominó Al-Caxera,
que quiere decir "blanca", nombre que le cuadra admirablemente por la blancura que desde siempre ostenta su caserío.
Pero su verdadero renombre histórico arranca de mediados del siglo XIII. Durante la reconquista de Sevilla
por Fernando III, El Santo, el monarca encargó al maestre santiaguista Pelay
Pérez Correa atacar a un ejército sarraceno que se ubicaba en los puertos
de estas sierras, librando con él tan feroz batalla que la noche se acercaba
sin decidirse la victoria, por lo que el valeroso capitán clamó a la Virgen
gritando "Santa María detén tu día",
y cuenta la venerable tradición que el sol se paró en el horizonte, como en
los tiempos bíblicos, para permitir a los cristianos el ansiado triunfo.
En memoria de este prodigio el maestre mandó edificar en la cima del
monte más alto un templo a la Madre de Dios bajo la advocación de "Santa
María de Tentudía", el cual fue erigido a la categoría de monasterio
por el Papa León X en 1514, gozando de grandes privilegios y prerrogativas,
fue cabecera de la Vicaría de Tudía que comprendía nueve pueblos de la
zona y albergó un colegio de humanidades que hasta su desaparición, a
mediados del siglo XIX, era el más importante de Extremadura.

A partir de la construcción de este templo, al que se
le fue dotando de grandes rentas, y con la edificación posterior del Conventual
Santiaguista, Calera de León pasó a constituir uno de los centros más
significativos de la Orden de Santiago.
PESCA Y CAZA
Cruzan su término municipal los ríos Ardila y Bodión;
en este último se ha construido el pequeño embalse Tentudía,
cuyo largo ocupa 70 hectáreas. Además de abastecer a ocho
municipios de la Mancomunidad de Tentudía, el embalse constituye
un paraiso para los pescadores por su riqueza en carpas, tencas
y otras especies.
Igualmente, los amantes de la caza pueden encontrar caza mayor en los
bosques de Tentudía.
PARAJES NATURALES
Paseos por la sierra, caza mayor existente en los bosques de Tentudía,
la pesca en el embalse, la contemplación de bellos panoramas serranos,
la brisa refrescante y acariciadora que nos ofrece la cima de Tentudía
en tardes veraniegas, las romería y fiestas indicadas, son grandes
acicates para venir a contemplar la naturaleza, el arte y el estilo de
este pueblo extremeño.
Fuente de Cantos
Camino ya de Sevilla, en el eje de la Vía de la Plata, en la que
constituye hito destacado, Fuente de Cantos se sitúa en el borde
sudoriental del área de Zafra. El núcleo se asienta sobre
una orografía ondulada con la que se inician las estribaciones
de Sierra Morena. El paisaje se presenta cubierto de viñedos
y olivares alternando con dehesa, trigales y terrenos
yermos.
En lo jurisdiccional la localidad perteneció a la Encomienda santiaguista
de Montemolín, para convertirse después en Villa de realengo.
En el siglo XIX adquirió el rango de Cabeza de Partido
Judicial
Además de por su estratégica situación, su conjunto
histórico tradicional, la abundante variedad y riqueza de sus
fundaciones religiosas, y otros aspectos, Fuente de Cantos alcanza sobre
todo su renombre universal por ser la cuna de Francisco de Zurbarán.
El inmortal pintor, contemporáneo y émulo de Velázquez, nació en esta localidad, en cuya parroquia fue bautizado el 7 de
Noviembre de 1598. Fueron sus padres Luis de Zurbarán, comerciante al que se supone de origen vasco, e Isabel Márquez.
En 1613 marchó a Sevilla a completar su formación artística, regresando
a Extremadura en 1617 para afincarse en Llerena. Debe señalarse
que ni una de las más de 600 obras suyas catalogadas se conserva,
sin embargo, en su pueblo natal.
Monumentos
Foco de especial atractivo resulta la recoleta Plaza Central,
de reducidas proporciones y cubierta de palmeras, en la que se sitúan
el Ayuntamiento y la iglesia parroquial.
Próxima se encuentra la casona solariega de los Panea,
conocida a nivel local como la "Casa Perrete"
por la figurilla que corona su ático.
En la parte más elevada de la localidad encontramos la Plaza de
Zurbarán, configurada por edificios modernistas, en cuyo centro
se alza el popular monumento al Corazón de Jesús, al que
flanquean vistosas farolas fernandinas.
Rasgo característico de fuente de Cantos es la abundancia de fundaciones
religiosas. Entre su variado repertorio sobresale en primer lugar laiglesia parroquial de Ntra. Sra. De la Granada.

Se trata de obra barroca del XVIII, remodelada sobre otra anterior de estructura almenada, a la
que corresponde la "Torre Vieja" que se sitúa sobre la cabecera.
Exteriormente presenta fachada de apariencia moderna, con galería sobre la portada, y torre a los pies. En el interior destaca el soberbio
retablo mayor, obra de cascarón típicamente barroca, atribuida
a González del Castillo, y que constituye una de las piezas de
su especie más significadas del la región.
Muy característica es la ermita de Ntra. Sra. de la Hermosa,
patrona del pueblo, de arquitectura rehecha igualmente en el XVIII sobre otra
precedente. Se enclava en el extremo más elevado del núcleo, próxima
a la Vía de la Plata. Entre sus contenidos sobresale la imagen protogótica de la Virgen titular.

También revisten interés las de San Juan, el Cristo y la Aurora, esta última rematada también por una ostentosa
espadaña. Algunas sólo se conservan parcialmente.

El convento de carmelitas fue fundado a mediados del XVII como
colegio por juan Escobar del Corro, convirtiéndose a finales de
la centuria en convento. De la estructura primitiva perduran la iglesia
y el claustro. Entre sus ricos contenidos merece recordar una Piedad en
piedra policromadas, obra de mérito ejecutada en 1803 por Antonio Calvo.
Otros conventos existentes hasta las exclaustraciones del siglo pasado fueron el de la Concepción, originario del XVI, hoy muy
transformado, y el franciscano de San Diego, levantado entre los siglos
XVII y XVIII. De ambos se conservan únicamente las capillas. Más
moderno, y muy relacionado con la localidad, es el Colegio de la Preciosa
Sangre.

En la típica calle Barrigas subsiste una modesta
casa de modelo campesino en la que, según la tradición,
vino al mundo Francisco de Zurbarán. Restaurada hace unos años
y amueblada al estilo de la época, en ella se mantiene un pequeño
museo dedicado al pintor.
Casa Museo de Zurbarán
Situada en la casa natal del afamado pintor Francisco de Zurbarán, nacido en Fuente de Cantos en 1598.
En esta casa museo se pueden observar reproducciones fotográficas y
copias pictóricas de algunas de las escenas más comunes de la temática
del pintor barroco.

Para visitarla, es preciso dirigirse al Ayuntamiento de Fuente de Cantos.
Fuentes de León
Se enclava en plena sierra en el límite de la provincia, sobre un
terreno accidentado y húmedo pleno de dehesas y otra vegetación que
ofrece panorámicas paisajísticas de sorprendente atractivo. El
asentamiento se halla al abrigo de un cerro conocido en la antigüedad
como "la patada de Dios", y cerca de un arroyo llamado del Judío.
Crónicas pretéritas describen el lugar como fertilísimo
de todas clases de frutos y ganados, ensalzando en particular la cantidad
y calidad de sus cerdos de montanera.
Es muy probable que el núcleo se encontrara poblado ya en época
árabe, como indica la existencia en sus alrededores de diferentes
fortificaciones, como el castillo del Cuerno y otras.
En la etapa cristiana fue ocupado por Pelay Pérez Correa,
integrándose en la Orden de Santiago, circunstancia de la
que, junto a sus condiciones naturales, deriva su apelativo de Fuentes
de León.
Monumentos
Presidiendo la población se alza la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Ángeles, de airosa torre encalada.

Se trata de una obra del siglo XVI, hoy muy transformada, cuya blanca estructura armoniza
con las edificaciones que la rodean, originando un paisaje urbanístico
de acusado valor ambiental.
Particular atención requiere la singular plaza de toros,
que se sitúa en el patio interior de una manzana de casas. Es de
factura marcadamente popular y cuenta con gradas de mampostería
encalada y todas las demás instalaciones y servicios propios de
un coso taurino, incluyendo burladeros y bien cuidado albero.
Convento Franciscano San Diego de Alcalá, se encuentra situado a las afueras del pueblo. Esta convento se
comenzó a edificar en al año 1598 y se inauguró en 1603. Se pudo costear
gracias a las limosnas de los vecinos del pueblo. Los frailes
permanecieron en el convento hasta el año 1822.
La Iglesia es de una sola nave cubierta con una bóveda de aristas.

Tiene adosado un pequeño claustro con pilares cuadrados y arcos de medio punto de cantería.
Ermita de San Onofre, Está situada en el paseo de San Onofre, este nombre en honor al patrón de la villa. Su fachada en de estilo barroco.

Su interior es una nave de cinco tramos cubiertos con bóveda de
cañón con lunetos reforzada por arcos fajones sobre las pilastras. El
retablo fechado en 1940, es obra de Enrique Orce Mármol, de estilo
regionalista.
En su interior tiene un frontal de azulejos pintados, del siglo
XVIII con motivos geométricos y florales, obra de Don Ramón Rejano.
Castillo del Cuerno, está situado en el Cerro del Cuerno o Santa Marina a 731 metros de
altura sobre el nivel del mar. Su datación más antigua corresponde a los
siglos X y XI, su momento culminante corresponde a los siglos XII y XIII, coincidiendo con la dominación árabe.

En el siglo XIII la tierra es ganada al Islam y donada al Temple y en el 1312 este castillo es
donado a la Orden de Santiago. Hoy en día solo quedan los muros
perimetrales de gran espesor, de obra de mampostería y tapial.
Actualmente existe un proyecto de restauración y realización de un
proyecto en las proximidades de este castillo, desde el cuál se podrá
disfrutar de maravillosas vistas.
A las afueras del pueblo se localiza la
Cueva del Agua, foco de interés
espeleológico aún no explorada en su totalidad.

Monesterio
Se enclava en las fragosidades de Sierra Morena que establecen la
división entre Extremadura y Andalucía, dominando el Puerto de las
Marismas, punto crítico de las comunicaciones entre el norte y el sur de
la Península por el que se canaliza uno de los más importantes
itinerarios históricos de la antigüedad: la Vía de la Plata, y en el que
todavía el siglo pasado se cobraba derecho de portazgo.
Se encuentran en sus alrededores significativos vestigios de la cultura megalítica,
tales como dólmenes y restos de antiguos asentamientos. Posteriormente,
el núcleo monesteriense debió formar parte de lo que hoy se denomina
la Betunia Céltica, un amplio territorio al sur de Badajoz.
Con antecedente en el enclave romano de Curiga constituye,
pues, la puerta de entrada en Extremadura por el sur desde las épocas más remotas.
El origen de la población actual se encuentra en una fundación templaria, o más probablemente en la establecida en el siglo
XIII por el Maestre santiaguista Pelay Pérez Correa en sus campañas
para la ocupación del territorio a los árabes, en las que se encuadra el episodio de Tentudía.
Tras ello el lugar quedó incluido en la Orden de Santiago con rango de Encomienda, hasta que el
siglo XVI fue enajenada por Felipe II como Villa de Señorío.
Su ventajosa situación a mitad de camino entre Sevilla, Badajoz
y Mérida, impulsó de manera extraordinaria el ejercicio de la arriería
por parte de sus habitantes, siendo esta actividad sobresaliente en la
economía local, además de la agricultura y la ganadería.
El paso de los siglos ha ido transformando la arquitectura y el urbanismo de
la villa; en la que quedan magníficos ejemplos de arquitectura popular.
Monumentos
Aunque lo más conocido de la localidad es el eje de la carretera que
la atraviesa, su interior resulta rico también en rincones dignos de atención.
Entre las realizaciones monumentales destaca la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, obra gótico renacentista del XVI con gran presencia,
muy transformada después, en la actualidad pulcramente restaurada.

En el antiguo Baldío de Calilla, se encuentra las ruinas del Castillo de las Torres,
casa fuerte construída en la Baja Edad Media que se desconoce su
función y origen. Conserva parte de su estructura, compuesta por tres torreones de base circular y varios tapiales.

Su emplazamiento es singular, cercano del arroyo de las Torres, y del camino que une
Monesterio con El Real de la Jara –antiguo Camino de la Plata-, estando
cercano a los límites de la vecina Andalucía
Enterramiento megalítico de tipo corredor de más de 5.000 años de
antigüedad situado a escasos metros de la Vereda de la Plata, se
localiza en la finca que le da nombre. El túmulo donde se encuentra tiene 22 metros de diámetro.

Cerca de éste en La Cabra Baja se localiza otro enterramiento megalítico. Además, mencionar la existencia una tumba
visigoda cavada en la propia roca madre, se localiza en la finca Hoya
Montuosa.
Rutas de Senderismo
En su término se extienden alrededor de 16.000ha. de dehesa de
alcornoques y encinas en su mayoría donde crece el cerdo ibérico, así
como una gran densidad de arbolado de un elevado valor ambiental debido a
la comunidades de animales y vegetales característicos que alberga como
quejigos, y de algunas especies que viven en ella (águila real, cigüeña
negra y común, tejón, gato montés, etc).
La densidad vegetal es tanta, que en muchos enclaves forma casi un
bosque a que se le ha retirado el estrato arbustivo. No obstante,
bosques como éstos, los tenemos en nuestro término: de coníferas en la
Sierra de Aguafría; de quercíneas en su mayoría. En las cercanías del
embalse de El Pintado y en los cursos de los riachuelos bosques en
galería aprovechando éstos, o por el contrario disfrutar de las
posibilidades micológicas que nos ofrecen sus sierras.
Montemolín
Se localiza en el levante del Partido Judicial
de Zafra, ocupando un espacio que a través de Sierra Prieta, establece
la división con la Campiña de Llerena. En el aspecto geográfico, el
terreno resulta alomado y cubierto de dehesa y monte bajo o desnudo de
vegetación.
El núcleo fue un importante enclave árabe estratégicamente situado en
el límite fronterizo entre Andalucía y Extremadura, contando para su
defensa con una poderosa alcazaba.
Tras su ocupación por los cristianos en el siglo XIII, quedó integrada en la
Orden de Santiago con categoría de Encomienda, cediendo a Llerena
el papel de foco más señalado de la zona, que junto con Reina, había desempeñado antes.
En 1.608 fue enajenada por Felipe III, bajo el título
de Marquesado de Montemolín, a unos banqueros genoveses, como pago de
las deudas contraídas con ellos por la corona. En 1.779 la villa recuperó mediante
compra su propia jurisdicción, independizándose de los italianos. En 1.819 Fernando
VII la enajenó de nuevo, ahora a su hermano Carlos, de cuyo dominio
fue eximida definitivamente poco después.
El de Conde de Montemolín fue el título adoptado sin embargo, por Carlos
de Borbón y Braganza, hijo de Carlos María Isidro, el hermano de
Fernando VII, cuando pretendía el Trono bajo el nombre de Carlos VI
entre 1.845 y 1.861.
Monumentos
En la actualidad, constituye un núcleo marcadamente rural en el que se
conserva poco alterada su fisonomía tradicional, ofreciendo acusado valor
ambiental pleno de apacible sosiego. Se asienta al abrigo de un cerro
en cuya cima se erige la
fortaleza que representa el hito más señalado del lugar.
Erigida inicialmente por los árabes con adobe y ladrillo, la obra fue reconstruida después en piedra por los cristianos. Configura
un recinto de grandes proporciones, con numerosas torres y estructura
irregular para adaptarse a la crestería del cerro.
De sus antiguos componentes se conservan la puerta en recodo, algunos
aljibes, mazmorras y otros restos que patentizan su antigua grandeza.
En su interior existió una iglesia dedicada a Santo Domingo, hoy
destruida por completo.
Otras dos iglesias de grandes proporciones se alzan en la población. La Iglesia
de Ntra. Sra. de la Granada, antes de Santiago, Patrón de la localidad,
fue la parroquia primitiva, situándose en el extremo más alto del caserío, próxima al castillo, al que mira su fachada principal.
En el presente tiene consideración de ermita. Es obra del siglo XIV con numerosas actuaciones posteriores.
Tiene nave única con capillas entre estribos y cabecera de mayor altura, resaltando
al exterior la torre fachada con estructura de espadaña ejecutada en ladrillo y sus portadas gótico-mudéjar.
Entre sus contenidos llama la atención el retablo
barroco y la azulejería sevillana de estética renacentista que decora la
capilla mayor.
El desarrollo de la población a sus espaldas quedó a esta iglesia aislada en
un extremo del caserío, por lo que en el siglo XIV se construyó un nuevo templo
en situación más céntrica bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Concepción,
de proporciones mayores aún que la anterior, y a diferencia de ésta, con la nave más alta que la cabecera.

Al frente se eleva una torre fachada con atrio porticado en el cuerpo bajo, en el que se aloja una portada neoclasicista coronada
por el escudo de Carlos IV. Otra de estilo renacentista con la cruz
de Santiago, fechada en 1.573, se sitúa en el lado del Evangelio.
Numerosas ermitas, hoy en diferente estado existieron en el pasado en la localidad,
siendo de recordar las ermitas de los Mártires San Fabián y San Sebastián,
de origen mudéjar; y la ermita del Espíritu Santo, que contó con hospital
anejo y hoy es utilizada como bar. La ermita de San Benito es obra del
XVII con cúpula decorada con atractivas pinturas populares.
En el margen occidental de la localidad e
integrándose en ella, emplazada sobre una colina de la falda
noroccidental de Sierra Morena y al este del Río Viar, se levanta el “Castillo de Montemolín”, como es conocido por sus habitantes.
Se trata de una fortaleza almohade (o Hisn) que, junto con la de Alange, Hornachos y Reina, fueron puntos
estratégicos e importantes en cuanto al control de la vía de
comunicación entre Córdoba, Sevilla y Mérida.

Aunque no existe constancia, la obra pudo ser erigida hacia el siglo XII,
paralelamente a los restos de la mezquita que pudieron ser incorporados
a la ermita de la Granada. Las primeras noticias de la fortaleza de las
que se tiene constancia, se remontan al periodo en que era maestre de
la Orden de Santiago, D. Pelay Pérez Correa (1242-1275) que «ganó
para la Orden la villa y fortaleza de Cantillana, que después cambió
con el arzobispo e iglesia de Sevilla, por la villa y fortaleza de
Montemolín que ahora tiene y posee dicha orden, y que fue primero de la
iglesia de Sevilla».
Segura de León
Situado en un marco natural de incomparable hermosura, se trata de uno
de los enclaves más pintorescos del Partido Judicial por su ubicación y
configuración, y de otro de los centros más significados de la Orden de
Santiago.
El origen de Segura se remonta a la reconquista de estas tierras a los
moros en el año 1248 aproximadamente y a la legendaria batalla
de Tentudía, aunque para entonces, diferentes culturas y pueblos habían
dejado su huella en estas tierras.
En la denominada Beturia Céltica, se localiza el Yacimiento
de la Sierra de la Martela, núcleo poblado entre los siglos
IV y I a. de C. en la época prerromana.
De la época romana, son las villas de Torreón, Casas
Viejas, Los Villares y la necrópolis del Castaño.
Los visigodos dejaron su huella en el altar de la Capilla de la Anunciación,
que hace pensar en la probable existencia de un templo en el mismo sitio en
que se encuentra la iglesia parroquial, en los siglos VII y VIII.
En el margen izquierdo del río Ardila, en la sierra Gigonza, se
encuentra el castillo de Gigonza, como resto de época
musulmana.
En el año 1248, los caballeros de la Orden de Santiago,
reconquistaron Segura, motivo por el cual, la historia del pueblo queda
relacionado a esta orden desde el siglo XIII, cuando el Maestre Pelay
Pérez Correo le concede Fuero de Población, uno de los más
tempranos de la región.
En años posteriores a la Reconquista, de Segura partieron muchos
hombres con destino a las recientes tierras descubiertas al otro lado
del Atlántico; la capilla y retablo del convento franciscano de
principios del XVII, o la capilla del Rosario del siglo XVIII en la iglesia
parroquial, fueron realizadas gracias a las riquezas que estos hombres
trajeron de Las Indias.
Es de destacar, que a pesar de su marcado pasado santiaguista, en el
escudo de Segura no figura la cruz de Santiago; el motivo es que simplemente,
con las revoluciones liberales del siglo XIX, se fue olvidando paulatinamente
su relación con esta orden.
Monumentos
Domina el enclave su
castillo, erigido en el siglo XIV y remodelado
por Alonso de Cárdenas en el siglo XVI, en el que destacan la torre
del homenaje, el corredor de doble galería, el llamado cuarto de
Garcilaso y otras zonas.

En la Edad Media fue residencia de los Comendadores santiaguistas;
en el siglo XVIII se le adosó un cuerpo a la fachada principal,
y en el XIX alojó un centro de Segunda Enseñanza. Tras su
restauración, hoy se utiliza como Centro Cultural.
En el extremo contrario de la población se sitúa la iglesia
parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, erigida en el siglo
XIII, reconstruida en el XVI y remodelada en el XVIII. Presenta espaciosa
planta de tres naves, en las que se distinguen las capillas de Hernán
Mejías y el Rosario, ésta con soberbia portada
plateresca.

Entre sus contenidos destaca el órgano fabricado en 1783 por Tomás
Risueño y la platería del tesoro. Junto al templo se alza
la llamada Casa del Gobernador, antigua residencia del Alcalde
Mayor de la Villa.
Entre la iglesia y el castillo se abre la espaciosa plaza central
de la localidad. En su enorme extensión se distinguen dos zonas
situadas a diferentes planos. El inferior conserva parte de sus antiguos
soportales, presidiéndolo el edificio del Concejo. Este, también
porticado, es obra del XVI, hoy reconstruida, luciendo en su fachada un
enorme blasón de Carlos I.
Junto al Ayuntamiento se halla el convento de la Concepción,
hoy iglesia de Ntra. Sra. de Fátima.

Fue fundado en 1571 por Don García de Merlo y su esposa Beatriz Núñez,
habiendo permanecido ocupado hasta 1868. El edificio se distingue por
su espadaña mudéjar u el torreón con galería
mirador.
En un hermoso paraje de las afueras se enclava el
convento de San Benito, o del Cristo de Reja, obra del siglo XV con claustro
mudéjar decorado con frescos representando escenas franciscanas.

En él se aloja el Cristo llamado de la Reja por la que lo enmarca, excelente talla del XV muy venerada en el partido judicial. También merecen
atención la ermita de Los Remedios y su hospedería,
obras del XVII con buen retablo mayor barroco y pinturas de mérito;
la ermita de las Angustias, de la misma época, y la de San
Roque, igualmente de origen medieval aunque reconstruida en época
moderna.
El casco presenta calles y rincones de sugestiva morfología plenos de
pintoresquismo. Las edificaciones son blancas, con recercos graníticos,
conservando escasamente degradadas sus características seculares.
En todo el partido judicial predominan las extensas dehesas con numerosas
y magníficas encinas que proporcionan el alimento básico
del cerdo ibérico: la bellota.
Esto, unido a las particulares condiciones climatológicas de la
zona, dan como resultado unos cerdos ibéricos que darán
excelentes y afamados jamones ibéricos.
También es de destacar la cría del ganado vacuno -protagonista
en las fiestas de las Capeas - y el ganado ovino.
Existen en la localidad algunos telares dedicados a la fabricación de
mantas y alfombras artesanales. También se realizan trabajos en cuero
y en madera.
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