Parque de la Ciudadela

Parque de La Ciudadela

     
     
1, 2, 3 i 4. Las estatuas del progreso
5. Monumento a Milà i Fontanals
6. Estatua ecuestre del general Prim
7. Monumento a los voluntarios catalanes
8. Monumento a Walt Disney
9. Entrada al Parque Zoológico
10. La Dama del paraigua
11. El Parlamento de Cataluña
12. Medallón de Ruben Darío
13. 28 bustos de artistas plásticos
14. La Pietat y La Resistència
15. El Museo de Arte Moderno
16. El Desconsol de Josep Llimona
17. Monumento a Joaquim Vayreda
18. Monumento a Carreras Candi
19. Figura femenina de Josep Dunyach
20. El lago
21. El ciprés calvo
22. El mamut de piedra
23. La Cascada con El carro de l'Aurora       
 
Pla del parc

 

 
Francesc de Paula Rius i Taulet  
Nacido en Barcelona el año 1833 y muerto en Olérdola en 1889, ejerció como abogado del 1858 hasta la revolución de septembre de 1868, tras la cual fue elegido concejal y teniente de alcalde.

Nombrado alcalde durante la monarquía de Amadeo I, su gestión fue de gran eficacia y espectacularidad: hizo urbanizar la Gran Via de les Corts Catalanes, la plaza Tetuán, la plaza Letamendi, y ordenó el derribo del resto de la muralla de Mar, que permitió trazar el paseo de Colón. Cedió los terrenos para la construcción del Palau de Justícia (1887-1908) e hizo construir el Cementerio del sudoeste en Montjuic. Estableció el Laboratorio Municipal y el Instituto Municipal de Higiene, creó la Banda Municipal y la Galería de Catalanes Ilustres.

Entre estas obras tan importantes para a la ciudad, hay que destacar la celebración de la Exposición Universal de 1888, que abrió Barcelona al mundo internacional. La Reina Regente, Maria Cristina de Austria, le otorgó el título de Marqués de Olérdola.

 

Un poco de historia
 

Remontémonos al año 1714, época en que Barcelona fue sometida a un largo asedio por el ejército de Felipe V. La larga resistencia que opuso la ciudad dio lugar a que este rey quisiera asegurar su dominio.

Un año después, Felipe V ordenó la construcción de la ciudadela más grande de Europa, con el objetivo de poder vigilar la ciudad, y para construirla hizo derribar el barrio de la Ribera. El año 1716 se comenzó a construir las edificaciones, que fueron pagadas por la ciudad.

En 1841, la Junta de Vigilancia inició su derribo, pero la Regencia la restauró el año 1843.

 

 

Durante la revolución de septiembre el general catalán Joan Prim decretó la donación de la Ciudadela a la ciudad, que entre los años 1869 y 1888 la hizo derribar definitivamente. Se han conservado el palacio del Gobernador, la capilla y el arsenal.

En 1888, con motivo de la Exposición Universal, promovida per el alcalde Rius i Taulet, se construyó el parque en los terrenos de la demolida Ciudadela. Este hecho cambió la orientación de la vida de la ciudad: Barcelona se transforma en una ciudad cosmopolita.