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Rambla de Santa Mònica
Durante el año 1774 fueron derribadas las murallas desde
la plaza del Teatro hasta el mar, y casi un siglo más
tarde (1817), se levantó en este lugar una fuente dedicada
a Hércules, mítico fundador de la ciudad, que fue derribada
a finales de siglo. Se le dio el nombre de "plaza del
Teatro" por estar situada frente al Teatro
Principal, uno de los más antiguos de la ciudad;
actualmente en esta plaza hay un monumento dedicado
a Frederic Soler, conocido como Serafí Pitarra, fundador
del teatro catalán moderno. La obra es proyecto del
arquitecto Falqués y la escultura es de Querol.
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Desde la plaza del Teatro, si seguimos bajando por el
lado izquierdo de la Rambla, llegaremos a la calle Escudellers,
nombre que designa a los alfareros que durante la Edad
Media se situaban en esta calle. Durante el siglo XVIII
fue centro hotelero y hacia mediados del siglo XIX era
el lugar de tertulias a las que asistían grupos de franceses
progresistas. Heredero de estas ideas fue el anteriormente
nombrado Frederic Soler. En la actualidad esta calle
se ha popularizado por sus restaurantes típicos, tabernas
y bares, que han contribuido a la animación de su vida
nocturna. Al final de la calle está la plaza dedicada
a George Orwell, en la que se instaló un monumento surrealista,
obra de Leandre Cristòfol (1991).
Por la plaza del Teatro tenemos entrada a la Universitat
Pompeu Fabra, edificio en parte rehabilitado al
que se han añadido otros edificios de nueva planta.
Detrás de la Universidad tenemos la nueva plaza dedicada
a Joaquim Xirau, pensada, como otros espacios del barrio
de Ciutat Vella, para renovar y descongestionar esta
parte de la ciudad.
Podríamos decir de la rambla de Santa Mónica que es
el vestíbulo del puerto. Conserva todavía algunos de
sus viejos edificios: la casa del fotógrafo Napoleón,
el palau Marc (palacio Marc), el edificio de Crédito
y Docks, al fondo del pasaje de la Banca, y la Fundición
de Cañones, construcción del siglo XVII, ocupada actualmente
por unas dependencias militares.
La casa Napoleón aloja actualmente el frontón
Colón, recuperado en el año 1992, entre otras obras
realizadas con motivo de los Juegos Olímpicos, como
sede de las pruebas de pelota. En en antiguo edificio
de mármol del Crédito y Docks, construido por Elies
Rogent en 1882, podemos ver, añadidas a sus estatuas
clásicas, las dos figuras modernas de Superman y
del Androide de La Guerra de las Galaxias,
que nos anuncian, en el mismo pasaje, la proximidad
del Museo
de Cera, instalado en el año 1973.
El
palacio Marc
de Reus conserva su fachada de austero clasicismo
de finales del siglo XVIII. Lo hizo construir Francesc
March, gran negociante originario de Reus, por el arquitecto
Joan Soler Faneca (1776 -1780). Actualmente se aloja
en él la Conselleria de Cultura de la Generalitat de
Catalunya. Llegamos al final del recorrido de este lado
de la Rambla: pasada la Fundición de Cañones encontramos
la calle de Josep Anselm Clavé que nos llevará hasta
la Iglesia de Mare de Déu
de la Mercè (Nuestra Señora de la Merced),
y de vuelta a la Rambla, siguiendo un poco más hacia
abajo, tenemos el edificio del Gobierno Militar.
Reiniciamos
nuestro recorrido bajando por el lado derecho de la
rambla Santa Mónica y tenemos en primer lugar el Teatro Principal.
Su particular historia atrae nuestra atención. En el
año 1568, Felipe II concedió al Hospital de la Santa
Cruz el privilegio de construir un teatro en Barcelona
que pudiese mantener a esta caritativa institución con
el producto de sus recaudaciones. Los terrenos fueron
cedidos por Joan Bosch y el año 1603 se levantó un teatro
de madera en el mismo lugar en que se encuentra el actual.
El teatro de madera fue más tarde substituido por uno
de obra que se incendió en el año 1787. Posteriormente
fue construido un nuevo edificio en el que, por primera
vez, se representó en el país ópera italiana. Antiguamente
se le había conocido como Corral de Comedias y, más
tarde, como Casas de la Ópera. Posteriormente se le
dio el nombre Teatro de la Santa Cruz. El año 1847 fue
objeto de una importante restauración y recibió en nombre
de Teatro Principal con el que se le conoce actualmente.
Sufrió aún dos incendios más: uno el año 1924 y el último
en el año 1933. La forma de la fachada es curvada y
tripartita, y está adornada con cuatro bustos de actores
y actrices del pasado.
Un poco más abajo está la calle llamada Arc del Teatre (Arco
del Teatro), calle típica entre las calles del "barrio
chino". Esta calle une la avenida del Paral·lel (Paralelo)
con la Rambla. Seguimos bajando y tenemos el antiguo
convento de los Agustinos Descalzos (1626), ahora convertido
en el Centre d'Art Santa Mònica (Centro
de Arte Santa Mónica), sala de arte de la
Generalitat que ha conservado el nombre del antiguo
convento y que en la actualidad acoge interesantes exposiciones.
Al lado está la Iglesia de Santa Mònica que guarda
en su interior un notable claustro barroco muy austero.
Una vez llegamos al final
de la Rambla tenemos las Drassanes
(Atarazanas) que son las más grandes y completas
de tipo medieval que ha habido hasta tiempos actuales
en todo el mundo y que se conservan en perfecto estado
después de la cuidadosa restauración que llevó a cabo
en ellas la Diputación de Barcelona. Las Drassanes
son el edificio gótico civil más importante de la
ciudad. Construidas a lo largo de los siglos XIII
y XIV, han sido recuperadas después de 1939 como local
público y están, en parte, ocupadas por el Museo
Marítimo, creado durante la Guerra Civil (1936-1939)
y abierto el año 1941. El edificio del Sector Naval
de Cataluña ocupa una parte de los terrenos del antiguo
Cuartel de las Atarazanas, construido en 1792, al
ser cedido el edificio al arma de artillería. Cuando
más tarde fue abandonado, se procedió a su derribo.
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