Cuadrilla Salvatierra - Aguraingo Eskualdea

Cuadrilla Salvatierra - Aguraingo Eskualdea

rio zadorra

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La Llanada es denominada así por comparación con otras comarcas vascas, puesto que, en realidad, no es tan llana, aunque hay que admitir que sus espacios abiertos son más amplios que en otras partes del País.

Su relieve dibuja tres valles paralelos. Al norte, el de Barrundia, que significa “el interior”, en medio el del río Zadorra, al sur el de Iruraiz.

 iglesia-iruraiz-gauna

Las sierras que limitan la Llanada por el norte son las más elevadas de la Comunidad Autónoma del País Vasco, marcando el pico Aitxuri, enclavado en territorio guipuzcoano, la cota máxima con 1.551 metros.

En suelo alavés el monte más alto de la llanada es el Aratz con 1.442 metros.

En las sierras del sur, la cota máxima es el monte Baio, que mide 1.193 metros.

Flora

La vegetación original de la Llanada estaba constituida por densos bosques que cubrían prácticamente toda su superficie.

Actualmente las manchas forestales que subsisten están mayoritariamente formadas por variedades autóctonas, al margen de algunas especies introducidas como el pino, el alerce, el ciprés o el abeto.

Lógicamente en los montes los bosques se han conservado mejor, pero en el llano la agricultura ha tomado la mayor parte de la superficie, exceptuando algunas islas forestales, algunas de notable importancia.

Por encima de la cota de los 800 metros, tanto en las sierras septentrionales como en las meridionales, domina el haya (Fagus sylvatica). Por debajo de esa cota, en las laderas de las sierras septentrionales, que son carasur, la especie dominante es el bosque de roble negro (Quercus pyrenaica), sin embargo en las sierras del sur, cuyas laderas miran al norte, el bosque es de roble albar (Quercus robur), este roble también se da en la zona norte pero a menor altitud que el negro.

Fagus sylvatica

El albar se distribuye también por las zonas más llanas, dando paso a los bosques de quejigos (Quercus faginea). En la sierra de Gebara-Aldaia, la especie predominante es la encina carrasca (Quercus rotundifolia).

Los cursos fluviales están bordeados por alisos (Alnus glutinosa).

Fauna

La fauna, a pesar de la intensa humanización del paisaje, es variada y relativamente abundante.

Los hábitats de la Llanada variaron sustancialmente a partir de la construcción del embalse de Ullibarri-Ganboa en los años cincuenta del siglo XX, especialmente, cómo es lógico, en lo que respecta a la fauna acuática y a la avifauna.

La trucha es la reina de los ríos de la Llanada. El cangrejo rojo, otrora abundante, ha sido sustituido por especies importadas.

En cuanto a la fauna terrestre, podemos destacar el lagarto ocelado y las culebras de variadas especies. Entre los mamíferos, la liebre, la ardilla roja y el lirón, carnívoros como la comadreja, la marta, la nutria, el visón, el zorro o raposo, el corzo y el jabalí.

lagarto ocelado

Las aves son las joyas de la fauna de la Llanada. Las colas del sur del embalse, en Mendixur, constituyen un refugio incomparable, reconocido como humedal RAMSAR.

mendixur

Allí pueden observarse, entre otras muchas aves, somormujos, garzas, fochas y patos de variadas especies.

El águila real y el alimoche anidan en las sierras septentrionales.

La cigüeña, después de décadas de abandono vuelve a anidar en los campanarios.

Perdices y codornices pueblan las áreas de cultivo, mientras que vegas, sotos y bosquetes son refugio de otras muchas especies.

Durante el paso las torcaces y las becadas son un atractivo para los cazadores.

Rutas EL CAMINO A COMPOSTELA POR LA CALZADA ROMANA

Por la Llanada pasaba la Vía Trajana iter XXXIV, calzada romana que iba de Burdigala (Burdeos) a Asturica (Astorga), por la que a lo largo de los siglos, transitaron innumerables viajeros, entre ellos los peregrinos a Compostela, los cuales, provenientes del continente europeo, entraban a Araba por el paso conocido como Túnel de San Adrián, enlazando con la calzada en Agurain.

EL CAMINO DE SANTIAGO POR EL CAMINO REAL DE LAS POSTAS AL REINO DE FRANCIA

Los viajeros que bajando del Túnel de San Adrián, no tenían especial interés por pasar por las villas de Salvatierra, Alegria-Dulantzi o Elburgo, se dirigían a Vitoria-Gasteiz por el Camino Real de las Postas, más rápido que el trayecto por la calzada romana.

Este camino, en realidad una calzada empedrada, comenzó a utilizarse a finales del siglo XV, cuando la zona quedó pacificada tras las luchas de bandos nobiliarios, estando en uso, como Camino de Postas, hasta que en 1765 el paso del Camino Real entre Araba y Gipuzkoa se trasladó al puerto de Arlaban.

LA RUTA DEL COLOR

Antiguamente las iglesias estaban pintadas tanto por fuera como por dentro. Esta costumbre perduró en la Llanada más que en otros lugares. Luego la intemperie acabó con las pinturas externas. En los interiores aguantaron más, pero el tiempo y las modas llegaron también a hacerlas desaparecer.

La ruta comienza en Agurain , la antigua villa de Salvatiera; desde allí nos dirigimos a Gazeo , a 5 kilómetros, donde admiraremos los muros de su parroquia de San Martín de Tours, construida en el siglo XIII, pintados en el siglo XIV y descubiertos en 1967 al retirar, en el transcurso de unas obras, los retablos barrocos.

LA RUTA DE LOS LINAJES

Álava tuvo desde sus orígenes una organización territorial peculiar. La arqueología va poco a poco descubriendo la continuidad entre los asentamientos del bajo imperio, las “villas”, y las aldeas vasconas altomedievales.

Una vez constituido el Reino de Pamplona, en los albores del siglo IX, los habitantes de estos lugares administrarían su exiguo entorno, organizándose autónomamente, regidos por un señor.

Estos diminutos y numerosos señoríos se agrupaban en merindades, cendeas o alfoces.

A su vez los señores elegían un conde de Álava, encargado primordialmente de los asuntos militares.

Por su parte el rey de Pamplona nombraba un tenente, cuyo cargo no era hereditario ni se vinculaba al territorio.

Tras la conquista de Álava por parte de Castilla en 1200, los señoríos se feudalizan.

El año 1332 los señores alaveses del momento, reunidos en la Cofradía de Arriaga, renunciaron a sus derechos jurisdiccionales, entregándolos al rey de Castilla Alfonso XI, pero se quedan con la propiedad de las tierras.

Es lo que se ha llamado “Voluntaria entrega”.

El siglo XV será testigo de las enconadas luchas entre los señores por la supremacía socio-económica, agrupados en dos bandos, gamboínos y oñazinos.

De todo ello ha quedado huella en las casas fuertes y los escudos de las fachadas señoriales, que nos disponemos a visitar.

LA RUTA DE LA NATURALEZA

La Llanada es un espacio altamente humanizado desde hace mucho tiempo, lo cual no quiere decir que la naturaleza haya perdido su lugar en ella.

Paulatinamente los bosques de las zonas llanas fueron sustituidos por cultivos, mientras que los ganados pastaban en las sierras, con el consiguiente impacto para la vegetación.

Aún así han subsistido interesantes bosques-isla, tanto en las pequeñas sierras interiores, como en el llano, entre fincas de labor.

Estos bosques son sobre todo de quejigos, aunque también hay un interesante bosque de encinas carrascas en el monte Aldaia.

monte Aldaia

En las laderas de las sierras hay manchas forestales de roble marojo, al norte, y roble albar, al sur.

Y hayedos en las sierras de Entzia e Iturrieta.

Por otra parte, las balsas de riego así como el pantano, han supuesto en tiempos más recientes, la implantación de un ecosistema nuevo, el de los humedales, muy importante para las aves de paso.

No podemos olvidarnos de los sotos fluviales, que aquí se llaman maduras, del euskara, padura.

Para más informacion:http://www.cuadrillasalvatierra.org

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