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Rioja Alavesa puede olerse, verse, sentirse, tocarse... La vista se relaja mientras sobrevuela los terrenos de vid, cereal y olivo, que se convierten en un mosaico de colores al llegar el espectacular otoño de la región. Las plantas aromáticas perfuman el ambiente, los sonidos de la migración de las aves y el discurrir del Río Ebro son fuentes de relajación. Es, no obstante, el gusto el gran protagonista, puesto que nos encontramos en una región de rica cultura gastronómica ligada a la tríada mediterránea: pan, vino y aceite.
Laguardia delimita al norte por la Sierra de Cantabria, desde la que descienden sus tierras en suave declive, hasta el rio Ebro, donde se establece su límite al sur. Pertenecen a su jurisdicción: El Campillar: Su caserío se encuentra junto al Ebro, rodeado de viñedos .Cuenta con una impresionante encina milenaria. Páganos: En la junta administrativa de Páganos destacan la iglesia de la Asunción del s.XVI con portada y retablo renacentista y la casona de Juan de Ortiz de Zárate que ostenta el escudo con la leyenda “El mundo es ansí” que dio titulo a una novela de Baroja. Laserna: Pequeño núcleo de población donde destaca el puente Mantible, sobre el Ebro. Mantiene en pie dos de los seis arcos que tuvo en origen. Unos metros antes de entrar en el pueblo pueden verse los restos del Castillo de Assa, desaparecido ya en el siglo XIV. Estas circunstancias geográficas, confieren a esta zona un paisaje y clima caracteristicos; y han marcado de forma determinante su historia y el carácter de sus gentes. Durante un tiempo, el actual Valle del Ebro estuvo inundado por un gran lago. Cuando el río Ebro horadó la cordillera Litoral Catalana, el lago se secó y sólo quedaron unas lagunas en las depresiones, sin drenaje, alimentadas sólo por agua de lluvia, donde la intensa evaporación dió lugar a un fuerte aumento en la concentración de sales. Es así como se formaron la laguna de Navaridas, las cubetas de Elciego y Oyón y, en Laguardia, las lagunas de 'Carralogroño' y 'Carravalseca'. La imposibilidad de poder drenar sus aguas hacia el exterior, y su importante significado como refugio de una flora interesante, es el motivo por el que en la actualidad están declaradas como Biotopos Protegidos. La vegetación en estas zonas encharcadas es el juncal (juncus maritimus), y en las márgenes de las acequias aparece el 'carrizo' o cañas (arundo pini) A partir de la falda de la sierra surgen los robles y encinares, los enebros, el boj y el madroño. Los terrenos llecos son envueltos por el suave perfume del tomillo, espliego, romero y salvia. En la zona más alta domina la retama. Esta comarca transcurre por el sur del Territorio Histórico de Álava, entre la Sierra de Cantabria y el río Ebro. Conformada por 23 pueblos, está vinculada tradicionalmente a la cultura del vino y conserva aún el encanto de las villas medievales levantadas entre viñedos. Habitada por unos 12.000 habitantes, este territorio cuenta con 13.500 hectáreas de viñedo y cerca de 400 bodegas donde se elaboran anualmente alrededor de 100 millones de botellas de vino, bajo el control del Consejo Regulador de la Denominación de Origen calificada Rioja. Los vinos de Rioja Alavesa gozan de un merecido prestigio internacional. La calidad de sus caldos se debe, en gran medida, al suelo arcillo-calcáreo (excelente para que las cepas absorban la humedad necesaria), al clima y a la ubicación de los viñedos tras la Sierra Cantabria (que protege las viñas de los vientos fríos del norte), así como al cuidado que dedican sus gentes a conjugar el legado histórico de elaboración del vino y las nuevas tecnologías. En Rioja Alavesa el visitante puede degustar desde los caldos elaborados en cuevas medievales hasta vinos obtenidos en las instalaciones más vanguardistas del momento. Otro producto estrella, resultado de la interacción del olivar y la región es el aceite de oliva. La variedad Arroniz, autóctona en Rioja Alavesa, proporciona a su aceite virgen extra un singular y equilibrado carácter amargo y picante que se torna único, irrepetible. Mención aparte merece también el rico patrimonio artístico y arquitectónico que atesora la comarca, en forma de villas amuralladas, casas solariegas o restos prehistóricos. Allí donde los pueblos medievales son como islas en un mar de viñedos interminables, donde vino y cultura son sinónimos; sólo allí podrás catar caldos que fascinarán tu paladar. ¿Sabes cuál es este lugar? Rioja Alavesa te espera. En cada bodega, los bodegueros te mostrarán los secretos de la elaboración del vino. Porque aquí es donde nace y se cría el vino, aquí es donde mejor sabe. Ruta de los dólmenes: La ruta de los dólmenes discurre junto a la Sierra Cantabria. En las inmediaciones de la sierra podemos encontrar poblados prehistóricos como los castros de Buradón o los protohistóricos del poblado de La Hoya. Cicloturismo:Sendero de Gran Ruta GR-38 Esta ruta, pretende dar a conocer a todo aquel que ame la naturaleza y nuestro territorio, los senderos que desde tiempos inmemoriales y durante milenios sirvieron para poner en contacto a gentes de distintas tierras. Trazado en planoFueron durante siglos la única infraestructura de comunicación entre comerciantes y arrieros, convirtiéndose en vías muy utilizadas que promocionaron aquellos lugares por los que pasaban, favoreciendo que el comercio floreciese dando origena a villas y pueblos. A lo largo de sus 100 kilómetros de recorrido, espaciado en 8 etapas, esta ruta muestra al viajero todo un gradiente climático y un mosaico de paisajes como en pocos lugares del País Vasco se pueden encontrar. Este sendero, GR-38, quiere reivindicar este carácter de nuestra tierra, abierto a todos los pueblos y gentes, para el conocimiento de la historia con el mantenimiento de estas rutas por las que durante siglos han existido un continuo intercambio de diferentes culturas. Para más información:http://www.laguardia-alava.com/ |
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