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La Anoia, la diversidad justo en el centro de Cataluña La Anoia es una comarca calificada como artificial, formada por territorios con características muy distintas que se han agrupado como si de piezas de un gran puzzle se tratara. Al norte, la Alta Anoia; al centro la cuenca de Òdena; al sur la Baja Anoia; a los extremos unos territorios cercanos al Bajo Llobregat y otros, tocando a la Conca de Barberà. La Anoia es diversidad. Esta es su singularidad, esta es su personalidad y este hecho que a priori puede parecer negativo, es realmente lo que le proporciona interés. La Anoia es una comarca de paso y de asentamiento. No es mera casualidad que fuera la tierra donde vivió Pau, el Pierolapithecus catalaunicus, en Hostalets de Pierola, un antropoide que vivió hace 13 millones de años, el primero de esta edad que se encuentra en el mundo que en breve será máximo protagonista del impulso turístico de la comarca. Es una tierra que a lo largo de los siglos ha sumado culturas, ha aglutinado varias maneras de pensar y de actuar, ha visto pasar grandes viajeros y sencillos comerciantes o ganaderos y en medio de Cataluña ha dibujado la línea divisoria entre la Cataluña Vieja y la Cataluña Nueva. Su clima también es una confluencia que combina la continentalidad de la zona norte, al abrigo de los altiplanos de la Segarra, la mediterraneidad de la zona sur, ya en contacto con las tierras del Penedés, y el clima de montaña mediana y baja que encontramos ya en la parte central de la comarca, en la cuenca de Òdena. Y esta amalgama de culturas, de maneras de vivir y de morir, de trabajar en la tierra o en la industria, de dialogar y de enfrentarse, ha dejado constancia perenne en la Anoia. El hombre, desde la noche de los tiempos, ha dejado su huella, ha dejado constancia de su manera de vivir en edificios, en pequeñas capillas rurales y grandes templos e iglesias, en recintos de trabajo y en espacios de ocio, en castillos de defensa y en monumentos funerarios. La variedad es el gran atractivo de la Anoia. La Anoia se merece otro tipo de visita, tal vez más relajada, más desconocida, y, por este motivo, nos ofrece desconocidas compensaciones. Difícilmente encontraremos otro territorio en el que las variaciones climáticas y paisajísticas sean tan importantes, en el que los cambios estacionales hagan variar los colores, la luz y los olores de la naturaleza de manera tan impactante. Podremos captar todo este conjunto de sensaciones en cualquier época del año si dirigimos nuestras rutas de visita hacia varios puntos estratégicamente elevados que nos permiten disfrutar de unas panorámicas excepcionales: castillo de Argençola, castillo de Vilademàger, en la Llacuna, castillo de Boixadors en Sant Pere Sallavinera, santuario del Puig del Ram de Segur, en Veciana y Salt de la Donzella, en la Tossa de Santa Margarida de Montbui. Y mención especial se merece la montaña de Montserrat, vista desde El Bruc o vista desde Hostalets de Pierola. Las fiestas y tradiciones ligadas al ciclo de la vida y de la historia La Anoia es tierra de acogida, tierra de amalgama de culturas, hechos que se pueden constatar en sus fiestas, ferias y tradiciones, participativas y coloristas, algunas de las cuales están fuertemente arraigadas en la tradición y otras de las cuales han surgido en las últimas décadas a partir de nuevos referentes históricos y sociales. Fruto de una identificación histórica a la búsqueda de unos rasgos colectivos comunes destacan la Fiesta del Timbalero, la Feria de la Guerra del Francés en el Bruc (primer domingo de junio), la Fiesta de los Trajinantes y Negociantes de Copons (tercer domingo de septiembre), la Feria de la Trashumancia de Pujalt (último domingo de mayo), la Fiesta de la Caldera, la Feria de los Hostales y los Viajeros de Montmaneu (domingo de Carnaval), la Feria Medieval de la Anoia de la Torre de Claramunt (domingo más cerano a San Juan, en junio) y la Feria de Todos los Santos, la Castañada de la Anoia, en Calaf (1 de noviembre), ferias que combinan el calendario festivo tradicional, las recreaciones históricas y la recuperación teatralizada de hechos históricos y etnológicos con mercados temáticos y muestras de antiguos artes y oficios. Y como testigo de la más intrínseca cultura popular está la danza, representada en la Anoia por dos bailes de carácter corporativo: el baile de fajas de Sant Martí de Tous y el baile del rosal de Vallbona de Anoia (lunes de Pascua Granada). La comarca también es tierra de mercados, de entre los cuales destaca, tanto si hace sol como si hace frío, tanto si hay niebla escarchadora o no, el tradicional y legendario mercado de Calaf (sábado por la mañana). Plenamente arraigadas en la idiosincrasia de la ciudad, son de una sensibilidad excepcional la recepción del paje Faruk (1 de enero) y la más que centenaria Cabalgata de Reyes en Igualada (noche del 5 de enero), que culminan unos días llenos de encanto, de magia y de ilusión que se transmiten a la calle, a los ciudadanos que viven la fiesta como real y propia. De interés singular son los Tres Tombs de Igualada (domingo más cercano a san Antonio, en enero), actividad que supera los 175 años de existencia y que mantiene vivo el espíritu de los antiguos trajinantes de mercancías que arriba y abajo llenaban los caminos de nuestro país, los pastorcillos de Calaf (diciembre y enero), representaciones que se efectúan desde 1925 de la tradicional obra Els Pastorets de Josep M.ª Folch i Torres y el Belén Viviente de Prats de Rei (diciembre y enero), que son una manifestación clara de la participación de toda una población en una actividad que los caracteriza como pueblo. De plena contemporaneidad, fruto de las nuevas propuestas de ocio que aporta nuestra sociedad y que tienen un claro reflejo en la Anoia, son de gran interés el Festival de Música Tradicional en Calaf (último fin de semana de junio), el European Balloon Festival en Igualada (mediados de julio), un certamen internacional de globos aerostáticos, la Muestra de Teatro Infantil y Juvenil de Cataluña (último fin de semana de mayo), una feria de espectáculos, también en Igualada, Firaverd en Carme (primer domingo de mayo) y el Aerosport en Òdena (primer fin de semana de julio), la única feria especializada en aeronáutica deportiva que se organiza de manera continuada en todo el Estado español. Lugares de interés: L’Abric Romaní (Capellades) Museo molino papelero de Capellades El Abric Romaní es el primer yacimiento arqueológico del Paleolítico Medio que se conoce en Cataluña. La investigación ha puesto de manifiesto una secuencia estratigráfica de más de 16 metros de potencia de formaciones travertínicas producto de la deposición del carbonato cálcico presente en el agua. La datación por medio de las series del uranio tiene como resultado unas fechas comprendidas entre los 40.000 y los 75.000 años BP. La totalidad de los niveles excavados pertenece al periodo denominado Paleolítico Medio, a excepción del primer nivel, que podría corresponder al Paleolítico Superior. Los restos óseos recuperados, producto de la actividad cinegética de los grupos prehistóricos neandertales, evidencian un predominio de los herbívoros sobre los carnívoros; las especies más representadas son el ciervo y el caballo. La industria lítica, básicamente de utensilios de sílex, permite diferenciar los momentos de mayor complejidad ocupacional, caracterizados por un trabajo que va desde la explotación de los nódulos finos a la configuración final de los objetos en el propio lugar, de otros momentos con una división más marcada de los procesos. Santa María de la Tossa (Santa Margarida de Montbui) La iglesia de Santa María de la Tossa es un edificio que fue construido en varias etapas (nave central, ábside, capilla) que abarcan desde el primer periodo románico del siglo x, pasando por el siglo xi y hasta el siglo xvi. Es, por tanto, un edificio románico de transición. Dispone de un plano basilical de tres naves, acabadas a levante con tres ábsides semicirculares. Las bóvedas son irregulares y varían entre el arco escarzano, pasando por el arco de medio punto, hasta convertirse en un arco ultrapasado de ligera herradura. La separación de las naves se realiza a partir de seis arcadas, apoyadas inicialmente sobre pilares rectangulares. En la actualidad cuatro de las arcadas están perfiladas con arcos de medio punto y se apoyan sobre columnas cilíndricas que reemplazaron las columnas rectangulares iniciales. En las dos restantes, los arcos tienden a ser escarzanos y se asientan sobre pilares cuadrangulares originales. Los ábsides presentan una decoración exterior puramente lombarda. Muestran un friso de dobles arquerías ciegas entre lesenas en todos los compartimentos, exceptuando el espacio central del ábside principal donde la serie de arquerías es triple. El edificio conserva elementos de periodos posteriores: la puerta de acceso con elementos originales pero rehecha en el siglo xvi, el campanario de poniente y la sacristía o capilla del Rosario. La cubierta es a dos aguas y se construyó con losas. Priorat de Santa María (Castellfollit de Riubregós) La iglesia románica es de una sola nave, con planta de cruz latina que presenta un ábside central rectangular en la cabecera con una decoración lombarda muy sobria y rígida (tres series triples de arquerías ciegas entre lesenas debajo de un friso dentado), flanqueado originalmente por dos absidiolas semicirculares sin ningún tipo de decoración; la construcción conserva una cúpula por encima del crucero, con trompas en los ángulos, que en el exterior toma la forma de un cimborio circular sobre una base poligonal. En el muro de levante se erige un campanario de espadaña de triple abertura. La puerta principal de acceso está situada al sur, precedida de un pórtico gótico. En el brazo norte del crucero hay otra puerta también gótica, sobre la cual hay una ventana de triple abertura. En el lateral observamos también un rosetón gótico con decoración floral. También en el interior destacan varios elementos escultóricos decorativos del periodo gótico. Castillo de Boixadors (Sant Pere Sallavinera) El término de Boixadors aparece citado desde el año 1015. Del recinto fortificado del castillo destaca una torre maestra circular de tres niveles los niveles superiores están cubiertos con una cúpula falsa y dos puertas adoveladas del periodo altomedieval, al abrigo de la cual se construyeron posteriormente varias dependencias residenciales y complementarias (almacén subterráneo, palomar...), de tipología ya gótica. Al amparo del castillo está la iglesia románica de San Pedro, con una sola nave que inicialmente estaba encabezada en levante por un ábside semicircular, elemento que más tarde, en el siglo xviii, se reemplazó por el actual de planta cuadrangular; destaca también de este siglo el campanario de pared con dos aberturas en el muro de poniente. Del edificio original del siglo xi se conserva la decoración del muro de mediodía, centrada en un friso con arcos ciegos en series de dos y lesenas muy cortas. Castillo de Claramunt (la Pobla de Claramunt) El castillo, del que eran señores los Claramunt, se cita ya en el año 978 en una bula del papa Benedicto VII. La fortaleza se divide en dos recintos fundamentales. El soberano, con la torre maestra poligonal unida a una gran sala rectangular, cubierta con una bóveda de medio punto ligeramente apuntada. El recinto inferior, ocupado por un patio amplio, está rodeado por las murallas y las torrecillas. Entre los recintos se conservan importantes restos de la iglesia románica de Santa María, derribada en 1714, como dos de los tres ábsides y la capilla gótica de Santa Margarita. En 1463, durante la guerra entre la Diputación del General y Juan II, la fortificación sufrió una de las principales destrucciones, pero los condes de Cardona la reconstruyeron. En 1714 el castillo fue víctima de otra destrucción, aunque no fue tan importante como la anterior, en esta ocasión, en manos de las tropas de Felipe V. Durante la última guerra carlina, el castillo fue fortificado por última vez, aunque hacía muchos años que no tenía un uso militar. Santa María (Rubió) Su singularidad se debe al carácter de fortaleza que tuvo ya desde el principio, dominando hacia el sur toda la llanura. Hacia el tercer cuarto del siglo xi, sobre el antiguo núcleo habitacional y la fortificación se construyó un templo románico. El actual templo gótico se construyó en el último cuarto del siglo xiii y consta de una nave cubierta con bóveda de crucería doble. El carácter fortificado del edificio se refuerza con la presencia de zonas almenadas entre los contrafuertes, la torre-campanario y un baluarte. El templo tiene dos accesos o puertas: la que da al sur es sobria y de pequeñas dimensiones, con forma de arco de medio punto adovelado y moldurado; la que da al norte es más grande, está ornamentada y corresponde a lo que en el románico se denomina la escuela leridana, compuesta de arquivoltas de medio punto que arrancan de columnas aparejadas con capiteles esculpidos con motivos vegetales y zoomórficos. Retablo de la Purísima Concepción (Pujalt) En el interior de la capilla gótica de la Purísima Concepción (s. xiv-xv) se conserva un retablo del siglo xvii, e inserida en una de sus hornacinas, una imagen gótica de mármol de la Virgen de pie con el niño en brazos, que destaca por la policromía y decoración floral de la vestimenta y está situada en la capillita central del retablo. El retablo, que está dedicado a la Inmaculada Concepción, encargado en 1638 por el escultor Joan Grau y policromado entre 1684 y 1686, combina perfectamente la escultura exenta, el relieve y la pintura sobre tela. En la base hay a uno y otro lado elementos heráldicos de Pujalt. En la predela hay unas pinturas con la Adoración de los Pastores, la Anunciación, el Árbol de Jessé y la Adoración de los Reyes. En el primer piso, donde se ubica la imagen gótica de la Virgen, destacan también dos bustos de San Pedro y San Pablo. En el segundo piso, en la calle principal, está el Padre Eterno que sostiene con las dos manos al Hijo, Cristo Crucificado, flanqueado por un relieve de la Coronación y la Asunción de la Virgen, y dos imágenes de San Juan Batista y otra sin identificar. En la parte superior está el Espíritu Santo en forma de paloma que completa la representación de la Santísima Trinidad. Retablo Mayor de Santa María (Igualada) La basílica de Santa María es un edificio de líneas renacentistas en combinación con elementos góticos, de una sola nave con seis capillas por lado. Destaca en el interior el retablo mayor barroco, obra de Josep Sunyer (imaginería) y Jacint Morató (arquitectura), según proyecto de 1704 e interrumpido por la Guerra de Sucesión, que substituyó algunos efectismos barrocos por nuevas líneas clasicistas introducidas por la corte borbónica. Preside el retablo la talla policromada de la Inmaculada, flanqueada por San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen. Cuatro atlantes de mármol, que representan las cuatro estaciones, figuran sostener todo el conjunto. De entre el conjunto de esculturas del retablo destacan una serie de ángeles músicos, de los cuales hay que mencionar específicamente el que toca la guitarra como una pieza insólita. Campanario de San Jaime (Calaf) La iglesia parroquial cierra por uno de los extremos la plaza Grande. Coincidiendo con una época de crecimiento de la ciudad debida a la producción de trigo, que se pagaba caro y era un producto de exportación, en 1603 se iniciaron las obras de construcción del actual templo, que se abrió al culto en 1636, a pesar de que las obras continuaron hasta 1720. Se trata de un edificio renacentista de tradición gótica, cubierto con bóveda de crucería, compuesto por una gran nave y capillas laterales abiertas entre los contrafuertes. En 1670, año en que se construyó la fachada presidida por un rosetón, se iniciaron las obras del esbelto campanario octogonal de estilo barroco, de 52 m de altura que se ha convertido en un símbolo inequívoco de Calaf, y que no se acabó hasta 1889. Asilo del Santo Cristo (Igualada) Edificio de tipo monumental construido entre 1931 y 1941 por el arquitecto Joan Rubió Bellver. El gaudinismo del edificio reside en la combinación de elementos neohistoricistas (torreón-campanario, arcos apuntados, bóveda de crucería, vidrieras...) con elementos estructurales nuevos (arcos parabólicos) y elementos de la arquitectura popular, tanto técnicos (cúpula falsa) como constructivos (galería porticada). Sin embargo, el elemento que destaca de todo el conjunto es la capilla, de planta de cruz griega, de una sola nave y crucero cubiertos con bóveda de sección parabólica reforzada por arcos fajones. Cementerio nuevo (Igualada) Este recinto se encuentra en la calle Països Baixos, en el polígono industrial de les Comes. Responde al proyecto presentado por Enric Miralles y Carme Pinós, en 1983. El proyecto del cementerio nuevo, nada más alejado de la concepción de un cementerio tradicional, pretendía mostrar la instalación como un parque donde pasear, sin la necesidad de tener que estar rodeado de las imágenes típicas de este tipo de recintos. La propuesta era hacer un hoyo en el suelo, en cuyas paredes se situarían los nichos. En todas las dependencias del recinto abundan rincones, objetos y detalles que juegan constantemente con la luz y la sombra, lo que da a toda esta construcción un gran simbolismo. Para más información:http://www.anoiaenviu.cat/ |